Un 21 de julio de 1948, en Rosario, nacía Félix Francisco Nebbia Corbacho. El país salía de la posguerra, y la música popular era un terreno fértil para nuevas búsquedas. Pero ese niño que crecería entre discos de tango, jazz y boleros no tardaría en encontrar su propio rumbo. Con el tiempo, el país y la música lo conocerían simplemente como Litto Nebbia, una figura central de la cultura argentina, considerado uno de los padres fundadores del rock en castellano.
A los 8 años comenzó a estudiar música, y a los 12 ya formaba parte de pequeños grupos de barrio. Influenciado por el jazz, el folklore y el incipiente rock and roll, fue moldeando un estilo propio. A principios de los años sesenta formó The Wild Cats, una de las primeras bandas que compuso rock en castellano, con la que comenzó a hacerse conocer. Pero el salto llegaría en 1967 con Los Gatos cuando lanzó “La Balsa”, tema compuesto con Tanguito, considerado el punto de arranque del rock argentino.

Los Gatos en 1967.
“La Balsa” no solo fue un éxito: fue una declaración de principios. La juventud argentina encontró por fin una voz que cantaba sus emociones en su propio idioma. Grabada en una sola toma, la canción vendió más de 200 mil copias, un récord inesperado para la época. Nebbia ayudó a alumbrar un nuevo capítulo en la historia de la música popular argentina. Durante las siguientes décadas exploró sin parar. Dejó Los Gatos y comenzó una carrera solista signada por la búsqueda y la libertad creativa.
En plena dictadura militar, como artista prohibido, resistió con canciones cargadas de metáforas y sensibilidad. Exiliado en México compuso “Sólo se trata de vivir”, que se convirtió en un himno de esperanza silenciosa. En 1983, con la vuelta de la democracia, publicó Buscando en el bolsillo del alma, un disco que retrata la transición con lirismo y melancolía.
Fundó su propio sello, Melopea, donde produjo a artistas como Fito Páez, Juan Carlos Baglietto, Lito Vitale y Andrés Calamaro, entre otros. A lo largo de su vida publicó más de 100 discos, compuso más de mil canciones y escribió algunos libros. Aún hoy sigue grabando, girando y presentando nuevos trabajos. En sus letras fusiona el rock, el tango, la música brasileña, la trova cubana, el folklore argentino y hasta la música clásica, sin perder identidad.
Como él mismo dijo:
“A mí no me interesa repetir en mis letras algo que ocurrió. Tampoco me interesa repetir algo en la música; por eso nunca toco canciones viejas… Generalmente los artistas son muy vagos; nadie quiere adelantarse y arriesgarse a hacer cosas nuevas. El tipo que descubrió el yeite de su cancioncita … se copia a sí mismo. Pero a mí no me interesa. Yo voy para adelante.”
Hoy, a 77 años de su nacimiento, Litto sigue siendo mucho más que un pionero, es un símbolo del compromiso con la canción como forma de pensamiento y del poder de la música para resistir, transformar y emocionar.