En la ciudad de Santa Fe se registraron 730 personas en situación de calle, 12,5% más que en 2024. La cifra se conoció tras el relevamiento realizado por la Red Puente. La mayoría son jóvenes de entre 19 y 35 años.
La ciudad de Santa Fe atraviesa una compleja situación social: según el tercer Registro Nacional de Personas en Situación de Calle (Renacalle), actualmente 730 personas viven en situación de calle. La cifra representa un 12,5% más que en 2024 (648) y casi un 45% más que en 2023 (505).
Del total, el 52,9% corresponde a jóvenes de entre 19 y 35 años. Se contabilizaron 86 mujeres –cinco de ellas embarazadas– y al menos 40 menores de 18 años. Otro dato alarmante: 257 personas afirmaron encontrarse por primera vez en situación de calle.
El informe señala que mientras 4 de cada 10 llevan menos de un año en la calle, un 60% arrastra una trayectoria de al menos seis años. Las principales causas de la pérdida del hogar son los conflictos familiares y territoriales (287 casos), seguidos por consumos problemáticos o situaciones de salud mental (147 casos).
Postura del Gobierno local
El secretario de Políticas Sociales de la Municipalidad de Santa Fe, Hugo Marchetti, reconoció que la situación es “crítica” y destacó que no se trata solo de una emergencia alimentaria, sino de una problemática “multidimensional”, que abarca factores vinculados a la educación, el trabajo, la salud mental y el consumo de sustancias.
“Todos los días tenemos solicitudes de asistencia, conflictos y situaciones de crisis. No alcanza solo con garantizar un plato de comida. Hay que pensar un plan integral que contemple las distintas realidades”, planteó Marchetti.
El funcionario indicó que la Municipalidad cuenta con un centro de día y refugios con capacidad para unas 70 personas, donde se brinda alimentación y espacios de descanso. Sin embargo, reconoció que la demanda supera ampliamente esa cifra.
“Hay un déficit de espacios, pero también hay que entender por qué esas personas no pueden volver a sus hogares o a sus círculos sociales. Muchas veces hay rupturas familiares, problemáticas de consumo o trayectorias que hacen difícil la revinculación”, explicó.
Situaciones diversas y multidimensionales
Marchetti diferenció entre situaciones circunstanciales —crisis económicas o pérdida de vivienda— y casos crónicos, vinculados al consumo problemático y al aislamiento social.
“En los casos más graves, muchas personas no quieren volver a un espacio social. Ahí es clave trabajar con la red institucional, familiar y barrial, además de coordinar acciones con la provincia y la Justicia, sobre todo cuando hay menores involucrados”, afirmó.
Consultado sobre la presencia de niños en semáforos o en la vía pública, el funcionario aseguró que el municipio interviene de inmediato y que ningún menor queda fuera de la asistencia estatal.
“Todos los niños reciben la Asignación Universal por Hijo desde su nacimiento. Puede ocurrir que sea insuficiente, pero no que no llegue. El desafío es acompañar a las familias para que accedan a otras herramientas: DNI, programas sociales, capacitaciones y servicios que garanticen derechos básicos”, puntualizó.
