La Casa Rosada asegura tener los votos para sancionar el Presupuesto y la ley de Inocencia Fiscal. Persisten dudas por artículos sensibles y el oficialismo prepara un plan alternativo si hay cambios.
El Senado tratará este viernes el Presupuesto 2026 y la ley de Inocencia Fiscal, dos iniciativas clave para el Gobierno de Javier Milei, que busca cerrar el año legislativo con una victoria política y enviar “señales claras” al mercado y a los organismos internacionales. Ambos proyectos ya cuentan con media sanción de Diputados y forman parte del período de sesiones extraordinarias.
En la Casa Rosada confían en que están los votos necesarios para aprobar el Presupuesto sin modificaciones, el escenario ideal para evitar que el texto deba volver a Diputados y se dilaten los tiempos legislativos. Funcionarios del entorno presidencial estiman un respaldo de entre 41 y 44 senadores, aunque reconocen que la votación en particular podría presentar dificultades por un puñado de artículos cuestionados por la oposición dialoguista.
El principal foco de tensión es el artículo 30, que elimina los pisos mínimos de financiamiento para educación, ciencia y tecnología, educación técnico-profesional y el Fondo Nacional de la Defensa. También genera resistencias el artículo 12, que condiciona las transferencias a universidades nacionales al envío de información presupuestaria, habilitando al Ministerio de Capital Humano a interrumpir fondos en caso de incumplimientos.
Pese a las críticas, el oficialismo asegura que no habrá cambios en el texto aprobado en Diputados y que los cuestionamientos llegan tarde. En Balcarce 50 sostienen que el proyecto ya fue dictaminado con esa redacción y que introducir modificaciones implicaría reabrir una negociación que el Gobierno no está dispuesto a dar. Sin embargo, admiten un plan B: si el Presupuesto sufre cambios, podrían extenderse las sesiones extraordinarias durante los primeros días de enero.
La sesión comenzará a las 12 y tendrá previamente dos instancias de alto voltaje político: el juramento del senador oficialista Enzo Fullone, en reemplazo de Lorena Villaverde, y los reclamos del interbloque kirchnerista —rebautizado “Popular”— por el reparto de comisiones acordado entre el oficialismo y sectores dialoguistas.
El Presupuesto 2026 proyecta un crecimiento del PBI del 5%, una inflación anual del 10,1% y un tipo de cambio de $1.423 para diciembre del próximo año. Además, prevé un superávit primario del 1,5% del PBI y un superávit financiero del 0,2%, junto con un aumento de las exportaciones del 10,6%.
En paralelo, el Gobierno apuesta a sancionar la ley de Inocencia Fiscal, a la que considera una de las iniciativas centrales de su programa económico. Según fuentes oficiales, contar con el Presupuesto aprobado es condición necesaria para avanzar en febrero con la reforma laboral y otras iniciativas estructurales.
Durante las últimas semanas, la mesa política del oficialismo intensificó contactos con gobernadores y senadores provinciales. En Casa Rosada aseguran contar con el respaldo de los mandatarios Alfredo Cornejo (Mendoza), Gustavo Valdés (Corrientes), Leandro Zdero (Chaco) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe), aunque admiten que algunos bloques aliados podrían acompañar en general y votar en contra artículos puntuales.
El desenlace de la sesión será seguido de cerca por el mercado, que espera señales de gobernabilidad y capacidad de control del Congreso por parte del Ejecutivo. Para el Gobierno, el resultado de este viernes será una prueba clave para cerrar el año político y proyectar la agenda legislativa de 2026.
