Ante 12.000 personas, el cantautor español anunció entre lágrimas que era “el último de su vida”, cerrando así una gira mundial que lo llevó a 71 shows y que marcó el final de una era.

Joaquín Sabina dio este domingo su adiós definitivo a los escenarios con un show colmado de emoción en el Movistar Arena de Madrid. “Este concierto en Madrid es el último de mi vida y por tanto el más importante”, dijo el artista de 76 años ante 12.000 personas en el cierre de su gira.
«Esta gira que se llamaba ‘Hola y adiós’ ya pasó por medio mundo (fueron 71 conciertos con más de 700.000 entradas vendidas) y esta noche ya se llama solo ‘adiós'», expresó Sabina con la voz quebrada.
El público respondió con una ovación extendida y la voz del músico acompañó una noche que reunió a figuras de la política como Alberto Núñez Feijóo y Borja Sémper, así como a los artistas Víctor Manuel y Ana Belén, Dani Martín, Ara Malikian, Fernando León de Aranoa, Manuel Carrasco, David Trueba, Clara Lago, Alejo Estivel y Vanesa Martín, según fuentes de la organización.
Sabina abrió con El último vals y recorrió 23 canciones de distintos momentos de su carrera, incluyendo clásicos como Yo me bajo en Atocha, Princesa y Calle Melancolía, esta última escrita hace cuatro décadas y convertida en uno de los momentos más emotivos del show. También tuvieron un rol central los temas de su icónico álbum 19 días y 500 noches, coreados sin pausa por un estadio entregado.

Aunque el concierto marcó su retiro de los escenarios, desde su entorno aclaran que Sabina seguirá componiendo y publicando música. Su decisión responde al desgaste físico tras años de giras y episodios de salud que lo obligaron a replantearse su presencia en vivo, desde el infarto cerebral de 2001 hasta la caída de 2020 que lo llevó a terapia intensiva.
Con el sombrero en la mano, lágrimas visibles y un estadio en pie, Sabina cerró más de dos horas de despedida definitiva. Ahora Sabina pone un punto y aparte en su carrera, a tenor de sus declaradas intenciones, lejos de los escenarios.







