El equipo mendocino lo ganaba por 2 a 0, pero con dos hombres menos no pudo sostenerlo. Argentinos Juniors lo empató y la definición se dió por penales.

En el estadio de Instituto en Alta Córdoba se disputo la gran final de la Copa Argentina 2025, donde se enfrentaban Independiente Rivadavia de Mendoza y Argentinos Juniors.
Ambos equipos llegaban con muchas expectativas, el bicho de la paternal venía de eliminar a Belgrano en semifinales luego de un gran primer semestre, mientras que la lepra mendocina había eliminado a River por los penales y buscaba quedar en la historia al llevarse su primer título.
El partido fue muy entretenido, fue un 2-2 en los 90 minutos y se definió vía penales donde se fue victoriosa la Lepra mendocina. El primero en golpear fue la lepra a los 9 minutos de la primera etapa a partir de un centro que vino desde la derecha y lo conecto de cabeza Alex Arce donde chiquito Romero podría haber hecho algo más. Llegando al final del complemento se fue expulsado Franco Amarfil en Independiente Rivadavia, que quedaba por disputar más de 45 minutos con un hombre menos.
Para la segunda etapa Argentinos lo fue a buscar con todo y a partir de un córner a favor quedaron mal parados en defensa. Sebastián Villa a toda velocidad lo asistió a Matías Fernández quedando mano a mano con el arquero y poniéndola de manera sutil ante el caño izquierdo de Sergio Romero que no pudo hacer nada, convirtiendo el 2-0 a los 62 minutos.
Cuando parecía que el partido estaba liquidado, 2 minutos después del tanto de la lepra mendocina apareció el número 10 del bicho, Alan Lescano, para poner el marcador 2-1 a falta de media hora de juego. A partir de ese gol el envión que tomo Argentinos fue más fuerte, yendo con todo en busca del empate. En una pelota que se fue hacia el lateral, Hernán López Muños se topó con Alfredo Berti, técnico de la lepra, que le hizo una zancadilla. Tras unos minutos de furia y empujones, Berti terminó cara a cara con el arbitro Ramirez quien no dudo en sacar la roja al técnico que tuvo que salir escoltado por la policía.

Luego de esos empujones a Independiente todavía le faltaba sufrir un poco más. Su arquero titular sufrió una lesión que obligó a que entre Marinelli, quien luego se haría gigante; se fue expulsado Osella por una patada a los 92 minutos y a los 97, tras un centro desde la izquierda la bajó al área Lautaro Giaccone y en una serie de rebotes le quedó a Erik Godoy que la mandó adentro igualando el partido sobre el cierre.
Un encuentro que fue entretenido de principio a fin y que tuvo de todo, tal que así, después del empate del bicho, la historia debía definirse por penales. Fue allí que Instituto Rivadavia se impuso por 5 a 3 con un Marinelli fantástico y un Villa que no dudó en poner la pelota al ángulo para que el conjunto mendocino, hiciera historia y se consagre campeón por primera vez.
Así, bordando su primera estrella en su escudo de manera épica, con una historia digna de película, donde hubo picos de felicidad, tensión y nerviosismo, Independiente le dió otro color y un poco de intriga a la final e hizo explotar a la hinchada mendocina.







