Dos hombres fueron condenadas en el marco del juicio oral y público: Ulises Troncoso de 22 años, deberá cumplir prisión perpetua como autor del femicidio, mientras que Jorge Zanel de 25 años, fue condenado por encubridor a cuatro años y medio de prisión.

Noemí Graciela «Mimi» Burella, fue asesinada en su casa de Calchaquí entre las 19 y 23 hs. del 18 de agosto del 2022. El cuerpo de la víctima fue encontrado al día siguiente, tendido en el piso de su casa con una manta azul que le tapaba la cabeza. La autopsia fue realizada el 20 de agosto, y se pudo determinar que la causa de muerte fue un traumatismo cráneo encefálico. También se pudo constatar que había sido víctima de un ataque sexual.
La investigación logró identificar a Ulises Germán Troncoso como autor del hecho, quien agredió sexualmente y sometió mediante el uso de violencia física a la costurera de 61 años que vivía sola. El ataque concluyó con un golpe intencional con un elemto contundente en la cabeza y rostro de la víctima fatal.
La investigación tomó un giro clave cuando el celular de la víctima fue hallado en la casa de Jorge Luis Ramón Zanel, quien se quebró durante la investigación, confesó inicialmente que Troncoso se lo había entregado a cambio de drogas. Zanel relató que Troncoso le confesó, bajo los efectos de las drogas, que “se había mandado una cag…”. Troncoso le habría dicho que entró a robar a la casa de una mujer, la encontró en una pieza, le pegó y la desmayó, intentó abusar de ella mientras estaba inconsciente, tomó dinero en efectivo y se fue.

Tres años después, la Justicia de Vera encontró culpables a los imputados en el marco de un juicio oral y público que culminó este jueves con el resultado que habían reclamado los acusadores. Troncoso fue condenado a prisión perpetua como autor penalmente responsable del delito de homicidio doloso calificado por haber sido cometido para ocultar, consumar y procurar la impunidad del delito contra la integridad sexual y contra la propiedad (criminis causae), y por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género, en concurso ideal con abuso sexual con acceso carnal. Mientras que Zanel fue condenado a cuatro años y medio de prisión como autor del delito de encubrimiento agravado por tratarse de un hecho encubierto especialmente grave.
Durante el juicio, se reconstruyó el caso con testimonios detallados de testigos, pericias y el contundente relato de la familia de Mimi, que describió un ataque brutal y deliberado. La causa avanzó tras una investigación que incluyó pruebas médicas, forenses y materiales que acreditaron la responsabilidad penal de los imputados.

“Se hizo justicia para que mi mamá descanse en paz”, valoró, entre lágrimas Rosana Burella. La sociedad local y organizaciones civiles celebraron el veredicto como un paso integral en la búsqueda de justicia.