La postura del Gobierno Nacional de continuar con su Plan «Motosierra» pone en jaque el desarrollo y la continuidad, en primer lugar, del Sistema Científico y Tecnológico Nacional y por consecuencia la afectación que esto genera en las empresas y PyME’s que no cuentan con áreas de I+D. Desde Rafaela sostienen que la cuestión debe ser revisada en profundidad, continuar con el plan económico, pero sin que esto implique un salto al vacío.
Argentina atraviesa un período de profunda reestructuración económica bajo las férreas directivas que dicta el famoso Plan «Motosierra», una Política de reducción del gasto público que impacta de lleno en diversos sectores y, de manera particularmente severa, en el ámbito de la Ciencia y la Tecnología. Los recortes presupuestarios, la paralización de nombramientos y la virtual ausencia de financiamiento están empujando a los institutos de investigación y desarrollo a una situación límite, generando una creciente preocupación entre la comunidad científica, académica y en los últimos días en las instituciones intermedias.
Reconocidos profesionales e instituciones del ámbito científico y productivo han manifestado su alarma de forma creciente a lo largo y ancho del país. Uno de los reclamos se centra en la significativa demora para la incorporación formal de investigadores y personal técnico, como así también la falta de financiamiento para proyectos de investigación, que es otro de los puntos críticos.
Convocatorias claves, de las que dependen numerosos proyectos, se encuentran paralizadas en distintas etapas. Esto implica, en la práctica, la ausencia de recursos esenciales para la compra de insumos y equipamiento. Esta situación pone en riesgo la continuidad de líneas de investigación consolidadas y la posibilidad de que becarios finalicen sus proyectos. La preocupación se agrava con el deterioro del poder adquisitivo del salario del personal científico y docente universitario, sumado a la imposibilidad de acceder a financiamiento para actualización y capacitación.
La ciencia argentina, se advierte, no puede seguir esperando, ya que, sin financiamiento, sin salarios dignos, sin ingresos para nuevas generaciones y sin una estrategia clara para vincular la ciencia con las necesidades del país, el sistema científico se ve impulsado hacia un estado de parálisis. Se estima que el daño que se está generando será difícil de revertir, y que reconstruir el sistema será mucho más costoso que mantenerlo.
La inquietud no es exclusiva del CONICET, organismos como el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) también han expresado su profundo rechazo a las posibles transformaciones en su composición, reflejando una preocupación generalizada en el sistema científico-tecnológico frente al desmantelamiento de áreas y la paralización de inversiones. En la última semana FISFE y el CCIRR han mostrado su latente preocupación por los rumores respecto al devenir de estas instituciones.
Pudo hacer despegar un cohete y hoy necesita financiamiento
Si bien el título parecerá exagerado, refleja en escasos caracteres la realidad por la que hoy pasa todo el arco científico y tecnológico de la República Argentina. En este caso puntual vamos a hablar de la manufactura aditiva, la cual fue presentada con bombos y platillos en nuestra ciudad, que incluso en su inauguración miembros del Gobierno Nacional se hicieron presente en Rafaela para estar presentes en este histórico día.
Hace menos de 4 meses, toda la región celebró la participación del «CenTec» en una misión espacial internacional, puntualmente con la elaboración de piezas a través de la manufactura aditiva, los cuales fueron parte del Proyecto «CHIMERA GEO 1», en la misión IM-2 desarrollada por la compañía Intuitive Machines. Hoy en día este proceso corre peligro debido a la falta de financiamiento para llevar adelante las actualizaciones necesarias.
Según pudimos conocer desde Diario CASTELLANOS, el «CenTec» contaba con fondos gracias a los proyectos de innovación, los cuales eran financiados desde Nación y que actualmente se encuentran todas paradas.
Actualmente el proceso de manufactura aditiva no se puede sostener ya que se necesita acceder a un software de actualización, el cual se debe importar, pero no se cuentan con los fondos para esta actualización, con lo cual, un dispositivo que generó orgullo hoy se encuentra totalmente parada debido a la falta de recursos para continuar con su implementación. Desde el «CenTec» aseguran que, si no se proceden con la compra de estos insumos, todo resultará en una máquina obsoleta.
Un futuro comprometido
La Política Pública centrada en la reducción drástica de los presupuestos nacionales aplicados a ciencia, tecnología y desarrollo de conocimiento ha puesto en crisis el ecosistema nacional, cesando las inversiones y desmantelando áreas y organismos claves. La Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Ley Nº 27.614) establece que Argentina debería alcanzar a destinar el 1% de su PBI para 2032 en el desarrollo de Ciencia y Tecnología. Sin embargo, las proyecciones para 2025 indican una inversión que no llega al 0,2%, un incumplimiento flagrante de la Ley que, lamentablemente, no tiene consecuencias legales debido a la falta de penalidades previstas.
Si bien para 2024 se había proyectado una inversión del 0,39% del PBI, informes recientes sugieren un deterioro significativo en la ejecución del presupuesto, con pérdidas reales considerables en comparación con años anteriores. Un análisis de febrero de 2025 es aún más desalentador, proyectando que, con la prórroga presupuestaria, el porcentaje del PBI destinado a Ciencia y Tecnología se situaría en un mínimo histórico.
Este panorama contrasta drásticamente con la inversión en Investigación y Desarrollo (I+D) que realizan otros países. Por ejemplo, España alcanzó un gasto en I+D interna del 1,49% de su PBI en 2023, con un objetivo de llegar al 2,12% en 2027. La brecha es abismal y subraya la preocupación de la comunidad científica argentina: se teme que, si se continúa con la actual política de desfinanciamiento, el futuro de la capacidad de innovación y desarrollo del país será totalmente incierto.
Afectación a PyME’s y empresas
Daniel Frana, director ejecutivo de la Agencia de desarrollo e innovación de Rafaela ACDICAR y el Centro Tecnológico CEN-TEC Rafaela, reconoció a CASTELLANOS que desde un punto de vista analítico, ésta determinación de Nación de reducir el gasto en estas áreas generará un profundo impacto, en primer lugar sobre el Sistema Científico Tecnológico Nacional y sobre las organizaciones que dependen de esto, pero que no será lo único, ya que por arrastre, esto afectará en un segundo lugar a todo el sistema productivo y a las capacidades de las empresas y PyME’s, pero sobre todo de aquellas que no cuentan con áreas incorporadas de I+D.
De igual forma reconoció que tanto el Cen-Tec como los laboratorios de las universidades, «todos estamos recibiendo un impacto negativo», y que todo esto es contrarrestado gracias a los esfuerzos que vienen realizando desde los gobiernos locales y provinciales. En este caso en particular de la ciudad de Rafaela e incluso del Gobierno de Santa Fe. «El Gobierno Provincial viene sosteniendo los programas que se venían desarrollando desde ciencia y tecnología, producción y demás, lo cual, eso también hay que decirlo, nobleza obliga. Ningún país se suicida dejando de hacer política pública en investigación, en ciencia y tecnología aplicada, esa es la realidad», sostuvo el especialista
