“Tu ruido no es mi fiesta”: padres de niños con TEA renuevan el pedido de empatía contra la pirotecnia sonora

La iniciativa busca generar empatía y reflexión sobre los efectos que los estruendos producen en personas con trastornos del espectro autista, bebés, adultos mayores, personas con problemas de salud y animales.

Con la llegada de las celebraciones de fin de año, el grupo TGD Padres TEA Rafaela volvió a poner en agenda una problemática que se repite cada diciembre: el uso de pirotecnia sonora. Bajo el lema “Tu ruido no es mi fiesta”, la iniciativa busca generar empatía y reflexión sobre los efectos que los estruendos producen en personas con trastornos del espectro autista, bebés, adultos mayores, personas con problemas de salud y animales.

En diálogo con Diario CASTELLANOS, Carolina, mamá de Bautista, niño con autismo e integrante del grupo, explicó que la campaña se desarrolla con el acompañamiento del equipo de profesionales de Espacio Horizontes, con quienes vienen articulando distintas acciones a lo largo del año.

“Como todos los años, emprendemos la campaña contra la pirotecnia sonora. En esta oportunidad queremos que la gente pueda pasar por el cuerpo lo que siente una persona con hipersensibilidad auditiva cuando se escuchan estos ruidos”, señaló Carolina. Para ello, realizaron intervenciones en el centro de la ciudad y en un supermercado, donde invitaron a vecinos a colocarse auriculares y escuchar sonidos reales de pirotecnia, incluso de bajo impacto, como una cañita voladora.

Las reacciones, contó, fueron diversas. “Hubo personas que se sorprendieron mucho, que sintieron dolor o mareos, y otras que no reaccionaron tanto, pero que igualmente pudieron entender lo que una cañita voladora puede generar en una persona con autismo. Y eso sin hablar del efecto que tiene en los animales y en el medio ambiente”, remarcó.

El grupo viene trabajando esta temática desde hace 14 años y, si bien reconoce avances en la toma de conciencia social, advierte que aún queda camino por recorrer. “Se nota que la gente va tomando conciencia, aunque sigue habiendo una minoría que tira pirotecnia. Lo que pedimos es empatía. Queremos que el mundo sea habitable para todos y que todas las familias puedan disfrutar de una Nochebuena tranquila”, expresó.

Carolina describió el impacto que los ruidos generan en niños con TEA: “Muchas familias no pueden disfrutar de las fiestas. Desde la tarde, con el primer cohete, los chicos entran en crisis: se esconden debajo de la cama, en el baño, se desregulan. Para ellos el sonido es dolor físico, no lo pueden procesar como nosotros”. En ese sentido, comparó la experiencia con una sobrecarga extrema de estímulos que resulta imposible de tolerar.

La referente del grupo también recordó que en Rafaela existe una ordenanza que prohíbe la pirotecnia sonora, aunque reconoció las dificultades para su control. “La pirotecnia sonora no está permitida, sí la lumínica, que se vende en lugares habilitados. Pero muchas veces se compra por otros medios, incluso de forma online. Por eso apelamos más que nada a la conciencia y a la empatía”, sostuvo.

Para cerrar, Bautista, niño con autismo e hijo de Carolina, también compartió su mirada sobre la campaña. “Espero que haga algo, porque el año pasado no tuvo tanto impacto”, expresó con sinceridad. El joven participó de las actividades y observó las reacciones de quienes probaron la experiencia con auriculares. “Fue muy lindo ver a los demás poniéndose en el lugar del otro. Yo lo probé y me empecé a marear”, contó.

Desde TGD Padres TEA Rafaela reiteran el llamado a celebrar de manera responsable, recordando que es posible festejar sin ruidos que generan sufrimiento. “La diversión no debería dolerle a nadie”, es el mensaje que vuelve a resonar en estas fiestas.

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