En medio de la negociación por el nuevo valor del transporte público, el intendente puso condiciones claras: mejora del servicio, auditoría integral y nuevos recorridos para respaldar el incremento.
La Municipalidad de Santa Fe continúa evaluando el pedido de los empresarios de colectivos de llevar el boleto a 1.750 pesos, lo que representaría una suba del 21%.
La Municipalidad reconoció los factores que presionan sobre la tarifa, «desde febrero no se aumenta el boleto. Esto lleva a un aumento del costo de vida, del combustible, de la paritaria, todo eso lo tenemos en cuenta para decir, según lo que analiza el órgano de control, que sería razonable que tenga que aumentar».
Más allá del precio, el indentente subrayó que el foco de su gestión está puesto en la mejora del sistema, «sabemos que la gente la está pasando mal y nosotros somos los responsables. No solo es aumentar el boleto sino cómo hacemos para mejorar la eficiencia del servicio».
Antes de aceptar un aumento en la tarifa del transporte urbano, el intendente Juan Pablo Poletti dejó en claro que la suba no sería automática ni sin garantías. Exigió que las empresas presenten un plan concreto de mejoras, una mayor frecuencia de colectivos, tecnologías de pago modernizadas, refuerzos en las líneas críticas y modernización de la flota. Especificó «queremos que mejore la Línea 2, 9 y 1. Lo digo explícitamente porque estamos estudiando dónde están los problemas de cada línea y exigimos a los empresarios que aumenten la calidad en el servicio».
Al saber que el aumento en el boleto de colectivos es inevitable en Santa Fe, el intendente busca que sea acompañado de mejoras en el servicio, ya que un sistema confiable y puntual es clave para que los santafesinos vuelvan a usar el transporte público.
