Por primera vez en 52 años, el medio argentino no adquirirá los derechos televisivos de la Copa del Mundo.

El Gobierno Nacional confirmó que la TV pública no emitirá el Mundial 2026, que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá. El motivo central es el costo de los derechos televisivos, valuados en 7 millones de dólares, cifra que el Ejecutivo considera excesiva en el marco de su política de recortes de gastos.
La medida interrumpe una tradición de 52 años: desde Alemania 1974 el canal estatal había transmitido de manera ininterrumpida todas las ediciones del certamen. En algunos casos fue la única señal en emitir los partidos; en otros, como en Qatar 2022, compartió la cobertura con canales privados. La primera transmisión de un Mundial en Argentina había sido en 1970, aunque en ese caso estuvo a cargo de una emisora privada.
Desde el Gobierno aclararon que aún existe margen hasta diciembre para revertir la decisión si así lo considera oportuno. Sin embargo, la resolución se inscribe en una serie de recortes aplicados sobre la emisora estatal: este año, por ejemplo, no se transmitió el partido entre Argentina y Chile por las Eliminatorias, al no llegar a un acuerdo con Torneos y Telefé. Además, el canal podría ser objeto de una auditoría en los próximos meses.
Como antecedente, la cobertura estatal en el Mundial de Qatar 2022 implicó un gasto cercano a 10 millones de dólares más costos operativos por el traslado de periodistas y técnicos. No obstante, el balance fue positivo: se recaudaron 12 millones de dólares en publicidad, aunque una parte significativa de esos ingresos, casi el 20%, provino de fondos provinciales y organismos públicos, lo que generó custionamientos.
La decisión de no adquirir los derechos del Mundial 2026 abre un debate sobre el acceso universal del público argentino a uno de los eventos deportivos más relevantes del planeta y sobre la estrategia comunicacional del Estado frente a competencias de gran impacto.