El Gobierno argentino formaliza su intención de sumarse al programa de exención de visas. Si el proceso avanza, los ciudadanos podrán viajar por turismo o negocios hasta 90 días sin visa.

Este lunes, Argentina iniciará oficialmente el trámite para integrarse al Visa Waiver Program (VWP), el sistema estadounidense que permite el ingreso sin visa a ciudadanos de países aliados. La gestión busca que los argentinos puedan viajar a Estados Unidos sin tener que pasar por el complejo proceso consular actual.
El anuncio fue reforzado con la visita de Kristi Noem, secretaria del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, lo que muestra también una jugada política para fortalecer la relación entre países. El objetivo es claro, el gabinete busca reinsertar a Argentina en un programa del que un día fue parte.
Se desconoce aún el contenido del acuerdo sobre el Visa Waiver, pero en la Casa Rosada afirmaron que sería parecido al que en 1996 firmó el gobierno de Carlos Menem con la administración de Bill Clinton y fue suspendido en 2002, tras la crisis económica y política argentina.
El VWP está disponible para poco más de 40 países en todo el mundo, requiere cumplir con estrictos requisitos en materia de seguridad, cooperación judicial, emisión de pasaportes electrónicos, intercambio de información con agencias estadounidenses y una tasa de rechazo de visas inferior al 3 %. En América del Sur, solo Chile fue aceptado. En el caso argentino, esa tasa hoy ronda el 5 %, por lo que será necesario bajar ese porcentaje en los próximos meses si se quiere acceder.
A nivel práctico, si Argentina es finalmente aceptada, los ciudadanos argentinos podrán ingresar a Estados Unidos sin necesidad de tramitar una visa B1/B2, que actualmente exige entrevistas presenciales, tasas consulares (185 dólares) y tiempos de espera que, en algunos casos, superan los seis meses. Los viajeros solo deberán llenar un formulario online llamado ESTA (Electronic System for Travel Authorization), que se aprueba en cuestión de minutos y tiene un costo sustancialmente inferior al actual proceso de visado. La autorización tendrá una validez de dos años y permitirá múltiples ingresos al país por razones de turismo o negocios, hasta por 90 días.
El gobierno ve esta medida como una forma de facilitar el turismo, promover los vínculos comerciales y alinear al país con las principales potencias occidentales para recuperar protagonismo geopolítico tras años de aislamiento.
No se trata solo de un cambio burocrático, sino de un giro diplomático con implicancias económicas y simbólicas. Viajar a EE.UU. sin visa fue durante décadas una aspiración frustrada para muchos argentinos. El proceso está en marcha, pero el final aún es incierto. Si Argentina cumple con todos los requisitos, el sueño de viajar sin visa podría hacerse realidad en menos de un año.